TOROS, IDENTIDAD Y TRADICIÓN

Mucho se habla hoy en día de identidad y tradición, pero con gran frecuencia de una forma muy sesgada o parcial, no se toma en cuenta todos los elementos que contribuyen a la estructuración de la identidad y tradiciones ecuatorianas, de un plumazo se quiere borrar el encuentro de dos mundos España y América, y la nueva civilización que de allí surgió.

Me refiero en esta ocasión muy puntualmente a la gran afición taurina que desde los albores del Reino de España se afincó en nuestro suelo y profundamente en los habitantes de estas tierras.

La fiesta brava está enraizada en las venas y sangre misma de nuestro pueblo, el maravilloso, alegre y colorido arte de la tauromaquia, ha sido parte de la vida del Ecuador, en los sitios y lugares proclives a esta actividad.

Pequeños estamentos de nuestra sociedad de tendencias extraviadas y contradictorias, promueven el aborto, asesinato a indefensos, pero lanzan una cerrada lucha sobre la vida de los animales, como digo son muy pocos, pero con capacidad de hacer ruido y ruido cacofónico.

A partir una consulta de resultados amañados, se suspendieron partes importantes de las corridas de toros, no contentos con eso el diminuto segmento de extraviados, manipularon los resortes institucionales, para lograr la suspensión total de las corridas de toros y peleas de gallos.

Saludo, felicito, aplaudo a todos aquellos representantes del pueblo de Quito que en las instancias municipales supieron defender tan emblemática, tradición que representa nuestra verdadera identidad y cerraron paso a un nuevo cercenamiento.

Abrigo esperanzas que en poco tiempo más, con los vientos que soplan, se restaure totalmente una de las más bellas tradiciones que forjan la identidad del pueblo quiteño, las corridas de toros con todas sus partes y esplendor.

Olé.